Cuando romper el pacto de silencio es lo único que queda.


"El poder de la violencia está en nuestra dificultad en mirarla." (Asociación Raices)

 

Me llamo Helena Sanchez.

Después de ser madre, a los 38 años, identifiqué haber sufrido abuso sexual durante mi infancia y mi adolescencia por parte de mis padres y mi familia paterna, en el marco de un hogar aparentemente común.

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Durante años, sin recordar nada de lo que me hicieron, viví mi vida como una chica normal.

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Hoy lo cuento, no como víctima, sinó como algo que forma parte de mi biografia y como camino para mi sanación. 

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Hacerlo público es mi decisión personal y mi derecho.

 

Romper el pacto de silencio, es mi resarcimiento.

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Esto es lo que yo viví.

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Esta es mi historia.